¡Salud y República!

La sociedad española y el culo de la Infanta

¡Oh, qué revuelo, señoras y señores! La monarquía española, esa institución que se tambalea entre el polvo de los siglos y el brillo de los flases, nos ha regalado un nuevo culebrón para el deleite del pueblo llano. La infanta Leonor, esa joven promesa de la corona que aún no sabe si reinará sobre algo más que titulares, ha aparecido en bikini en unas fotos que han desatado un tsunami de comentarios, suspiros y, cómo no, el inevitable debate nacional. ¡El culo de la infanta, qué escándalo, qué osadía! 

Cualquier playa del mundo mundial

No se preocupen, que aquí no venimos a ofender, sino a reírnos un poco de este circo tan bien montado. Porque, seamos sinceros, ¿qué esperábamos? ¿Que la heredera al trono pasara sus días tejiendo tapices en un convento? No, amigos, los tiempos han cambiado, y ahora las infantas también tienen derecho a broncearse y a recordarnos que, bajo las tiaras y los discursos, hay cuerpos humanos que sudan, se queman con el sol y, sí, posan para la posteridad. El caso es que el país se ha dividido, como siempre, entre los que claman por la dignidad de la realeza y los que, con una ceja levantada, se preguntan si esto es lo más interesante que tiene para ofrecernos la Casa Real en 2025. Mientras tanto, los monárquicos acérrimos han salido a defender el honor de la infanta como si el bikini fuera una afrenta a la bandera, y los republicanos, bueno, nosotros, nos frotamos las manos ante el espectáculo. Porque nada grita más “anacronismo” que montar un drama por unas fotos playeras en plena era de Instagram.

Culis Monumentalibus de Botero en Oviedo

Y qué decir de los titulares, esos poetas del sensacionalismo que han elevado el trasero de Leonor a categoría de asunto de Estado. “¡La infanta en bikini!”, gritan, como si hubiéramos pillado a Felipe VI en tanga bailando reguetón. Dicen las malas lenguas que la reina, madre asustada y con lágrimas en los ojos, corrió a ofrecer billetes a diestro y siniestro para que las fotos desaparecieran del mapa, como si el dinero pudiera borrar el sol o las cámaras de los paparazzi. Relajémonos, que no es para tanto. Si algo nos enseña este episodio es que la monarquía sigue siendo un reality show con presupuesto público, y nosotros, los contribuyentes, los espectadores de lujo que pagamos por ver cómo se tuestan al sol. Fíjense, si hasta el olor a naftalina se cuela entre las rendijas de este escándalo: una monarquía rancia y caduca, gloriosamente fenecida en espíritu, que se aferra a sus privilegios como quien agarra un paraguas roto en plena tormenta. Cada bikini, cada foto robada, no hace más que recordarnos que esta reliquia medieval sigue viva solo por inercia, un cadáver maquillado que pasea sus joyas y sus dramas mientras el mundo, allá fuera, ya no cree en cuentos de reyes y princesas. 

Y mientras el españolito de a pie se parte el lomo para llegar a fin de mes, con el alquiler por las nubes y el pan a precio de caviar, la monarquía nos deleita con sus vacaciones de postal y sus dilemas de guardarropa. ¿Cuánto cuesta mantener este teatrillo, eh? Porque nadie es más que nadie, y sin embargo, aquí estamos, financiando bikinis y palacetes mientras el común de los mortales reza por un verano sin facturas. Que siga el espectáculo, sí, pero que no nos pidan aplausos cuando el telón caiga y la cuenta siga siendo nuestra. ¡Salud y República!

Cristina Pérez González

3 comentarios en «¡Salud y República!»

  1. La princesa Leonor tiene todo el derecho como ciudadana a bañarse y tomar el sol en biquini y siempre y cuando sea respetuosa con los demás y sus costumbres. Este no es un tema para ir contra la monarquía hay otros asuntos más serios que nos han de preocupar.

  2. Efectivamente, hay muchos temas serios que nos deben de preocupar, por eso mi tono sarcástico , sobre lo de ciudadana ese es el quiz de la cuestión. Si debe ser tratada como una ciudadana más , ¿para que la monarquía? y si debe ser tratada con privilegios, ¿ por qué esa «ciudadana» es más que yo por ser hija de quién es?. Distinto es como tu dices , si la monarquía es en estos momentos lo menos malo con la cantidad de problemas que arrastramos. Bienvenido el debate .

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