En la última semana ha tenido una gran difusión un video emitido por Santiago Armesilla, titulado “La verdad sobre José Antonio Primo de Rivera y su influencia marxista”, publicado en su página de YouTube, cuyo enlace pongo a continuación para el que tenga curiosidad y aún no lo haya visto:
Es un análisis amplio, dura 49 minutos, y es de agradecer que en todo momento está hecho con respeto y con datos verídicos pero interpretables. Empieza su coloquio Armesilla con las siguientes palabras: “El líder de Falange Española, José Antonio Primo de Rivera, tuvo un gran influencia de Marx, y te voy a explicar en este video por qué”.
Reitero por adelantado que todo mi profundo respeto para las personas, aunque mi discrepancia fuera o fuese total o parcial, para a continuación entrar a comentar mi modesta opinión ante la supuesta asunción de propuestas marxistas por parte de José Antonio Primo de Rivera, según lo ha planteado en YouTube Santiago Armesilla.

José Antonio, Ramiro y Onésimo fueron los más importantes creadores (entre otros), desde sus primitivas organizaciones (FE, la Conquista del Estado, las Juntas Castellanas de Actuación Hispánica, Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalistas), de nuestro pensamiento, el NacionalSindicalismo, tras numerosos encuentros, diálogos, debates, acercamientos y desencuentros, evoluciones personales y colectivas, que se sintetizó en los 27 puntos iniciales.

Centrándonos en José Antonio, referente del video de Santiago Armesilla, la evolución que sufrió desde que se lanzó a la política para defender la sagrada memoria de su padre, en filas monárquicas, hasta su muerte violenta (ya como Jefe de FE de las JONS), tras un simulacro de juicio, fue tremenda, como todos bien sabéis. En muy breve espacio de tiempo, poco más de tres o cuatro años y en unas circunstancias trágicas de persecución, represión, violencia y muertes, todo lo contrario del necesario tiempo de sosiego, estudio, reflexión, debate y contraste de opiniones, no tuvieron la posibilidad de desarrollar esos 27 puntos iniciales. Después, la dramática Guerra Civil y el Régimen del General Franco, recordando el 19 de abril de 1937, mediante el Decreto de Unificación, desaparece FE de las JONS. Es imposible para cualquier organización incipiente y emergente poder asentar una base ideológica firme en estas condiciones.
José Antonio, brillante abogado, intelectual, muy culto, riguroso, incansable buscador de la verdad, seguro que conoció y estudió, a Carlos Marx, Federico Engels y a otros precursores como Blanc, Blanqui Owen, Saint Simon, Fourier, etc.…, denominados éstos últimos despectivamente por aquellos, como socialistas románticos y utópicos, frente a su socialismo científico. Seguro que de las muchas reflexiones, análisis y conclusiones que obtuvieron de las consecuencias del incipiente capitalismo naciente en la industrial Gran Bretaña, José Antonio, reitero, seguro que coincidió en algunas o muchas, pero en lo que seguro (basta leer su pensamiento), no solo no coincidió, sino que rechazó fue en las dos herramientas básicas del pensamiento marxista: el materialismo dialéctico y el materialismo histórico, al igual que en la lucha de clases cuyo motor es el Odio. La concepción de la Persona (mujer y hombre) como ser portador de valores eternos, su dignidad, libertad e integridad (alma y cuerpo) y su exaltación como pieza básica de todo el Universo (no quiero extenderme más, tendríamos para horas), los Principios y Valores, basados en el Amor no en el Odio, del Humanismo Cristiano que son la columna vertebral de nuestro pensamiento, indican fehacientemente, las rotundas y grandes diferencias entre ambos, por rechazar, el nacionalsindicalismo, cualquier concepción materialista de la vida, la historia, la economía, etc. El nacionalsindicalismo nació como un pensamiento para construir, para avanzar, para revolucionar la sociedad, no como un movimiento en negativo, anti nada, hay muchas más poderosas razones y argumentos que para no alargar, no expongo.

El primer gran error del marxismo fue el lugar donde se realizó la primera “revolución” marxista, no fue en la británica sociedad industrial sino en la Rusia zarista, más rural y atrasada. El marxismo y sus herramientas han demostrado a lo largo de estos años hasta hoy (esto no lo pudo ver José Antonio), sus sucesivos y reiterados fracasos, tanto en los conceptos como en la práctica, tanto en la Rusia Soviética como en los países tras del telón de acero. Intentaron revivirlo tras las invasiones de Hungría y Checoslovaquia, la represión feroz, el muro, etc.… con Antonio Gramsci, comunista y cofundador del PC italiano, metiendo (para simplificar) el mundo de la cultura como proletariado, crearon el Eurocomunismo, intentaron la Autogestión en la antigua Yugoeslavia de la mano de su vicepresidente Milovan Djilas, al que posteriormente apartaron y defenestraron, después de escribir La Nueva Clase. Luego la experiencia cubana, ahora la venezolana. También el experimento capitalista/comunista chino. En España, las experiencias de Izquierda Unida, Podemos, Sumar, etc. para esconder al Partido Comunista, así hasta la derrota final. Para llegar a la última fase del proceso marxista, que es la utopía del paraíso comunista, la sociedad sin clases y sin Estado, el anarco comunismo, se debía pasar, inexorablemente, por una etapa cruel, dura y transitoria de “la dictadura del proletariado”, el problema es que de esa fase nunca ha pasado ni nunca pasará, porque para mantenerse, se convirtió en la “dictadura del partido”, supuesta vanguardia organizada del proletariado. Es la historia de un gran fracaso.

Que nuestros precursores han leído a Marx, es evidente e innegable. Hay algunos aspectos en que nuestra visión y nuestra crítica del capitalismo son coincidentes y es rotunda nuestra voluntad de acabar con el capitalismo que anula, esclaviza y destruye a la persona, utilizándola para crear recursos, plusvalías, que después van a parar al enriquecimiento usurero del gran capital. Los fascismos, de origen socialista por el contrario, no se enfrentaban directamente al capitalismo, le daban una salida: el corporativismo, la armonización del capital con el trabajo, negada rotundamente por José Antonio. Por eso no creemos que sean suficientes motivos como para denominar influencia en su pensamiento algunas coincidencias en su crítica al capitalismo. Como llamada de atención para obtener más visitas a la página es correcto, pero el Sr. Armesilla sabe muy bien que no es más que un recurso.
Por el contrario, es más cierto que nuestra visión del problema y nuestra solución al mismo sí ha servido de influencia a marxistas y a sindicalistas revolucionarios que acabaron en nuestras filas, simplemente, entre varios ejemplos, cabe citar a Manuel Mateo o Matías Montero, asesinados por sus antiguos camaradas.

Si los marxistas deciden leer sin aprensión, sin el apasionamiento del enemigo, sin sectarismos, libros que definen la realidad de nuestro pensamiento y de nuestra historia más reciente, como los que está escribiendo Cristina Pérez González, empezarían a ver las cosas de otra manera. Imaginemos, por un instante, qué pasaría en España si fuéramos capaces de desarrollar nuestro pensamiento original, poniéndolo al día y presentando una Alternativa clara y rigurosa, adaptada a la problemática real y actual en todos los ámbitos de nuestra sociedad y con proyección de futuro. Nuestra gran tristeza es que hoy en día esa Alternativa, superadora real de marxismo, capitalismo, fascismo y sus sucesivos y estratégicos disfraces, no está operativa y en marcha y hay que recurrir a la abstención, o al voto en blanco o a los siempre malos “votos útiles”.
Termino reiterando a Armesilla mi agradecimiento por el respeto con el que ha emitido su opinión, por separar la idea nacionalsindicalista del fascismo, del nacismo o incluso del franquismo, argumento fácil con el que siempre, sin rigor y de una forma sectaria, nos ha comparado la izquierda para desvirtuar nuestra idea y sobre todo, agradecerle que mas de la mitad de los cuarenta y nueve minutos que ha durado su video, lo ha dedicado a leer escritos de José Antonio Primo de Rivera, que ha permitido que muchas personas que, por desconocimiento, nos atacaban, ahora no puedan alegar ignorancia si saben escuchar, que no oír.
José Antonio Gordón Dorado

Tu comentario sobre el vídeo de Armesilla me parece acertado. Tan sólo discrepo en tu afirmación de que actualmente no exista esa alternativa. Existir, existe. Otra cosa es que no sea del gusto de algunos falangistas.